Es recomendable iniciar las revisiones dentales de los niños tan pronto como aparece el primer diente. Esta visita inicial permite enseñar a los padres las mejores técnicas para cuidar la higiene dental de los pequeños y evaluar su desarrollo oral. Además, estas citas ayudan a que los niños se familiaricen con el dentista, superando el miedo y creando una relación de confianza que facilita consultas futuras más relajadas.
Hábitos de higiene bucal infantil: consejos esenciales para padres
Se aconseja llevar a los niños al odontopediatra cada seis meses, ya que la higiene bucal en los pequeños no suele ser tan eficiente. Esto aumenta el riesgo de caries, pues no logran limpiar todas las superficies dentales correctamente. Es fundamental usar pastas dentales con flúor: para los dientes de leche se recomienda una concentración de 1000 ppm, mientras que, al aparecer los dientes definitivos, se puede pasar a una pasta de 1450 ppm. Estas suelen estar disponibles en sabores agradables como fresa o frutos rojos, facilitando su uso.
Desde la primera visita, los especialistas enseñan a los padres cómo hacer más sencillo y efectivo el cepillado en casa. Aunque los niños pueden practicarlo por sí mismos, es esencial que los padres supervisen y repasen la limpieza para garantizar una higiene completa. También se recomienda utilizar hilo dental para limpiar los espacios entre los dientes, donde más frecuentemente se desarrollan las caries.
Cómo evitar las caries en los niños
Las caries en los niños avanzan rápidamente, llegando al nervio y causando infecciones en poco tiempo. Durante las revisiones semestrales, se realizan radiografías para detectar caries entre los dientes, ya que no siempre son visibles a simple vista. Además del cepillado, el uso de hilo dental o arcos dentales es crucial para limpiar estas áreas difíciles de alcanzar.
Otro aliado en la prevención es el flúor aplicado en la clínica, que contiene una concentración mayor que las pastas dentales y ofrece protección prolongada. Esta aplicación debe realizarse cada seis meses para maximizar su eficacia.
Protección extra: selladores dentales
Cuando aparecen las primeras muelas permanentes alrededor de los seis años, es recomendable sellar sus surcos. Esto evita que los restos de comida se acumulen, reduciendo el riesgo de caries. Los selladores son duraderos y protegen estas muelas, que deben acompañar al niño durante toda su vida.
Los dientes de leche, al ser más pequeños, tienen una estructura menos robusta que los definitivos. Por ello, las caries progresan más rápido, llegando al nervio y provocando infecciones como fístulas si no se tratan a tiempo.
Tratamientos avanzados para caries severas
Cuando las caries afectan el nervio dental, se realizan tratamientos específicos como la pulpotomía, que consiste en eliminar la parte superficial del nervio y sellar el diente para luego rellenarlo con un empaste. En casos más graves, donde la infección alcanza toda la raíz, se realiza una pulpectomía, retirando el nervio por completo. Para proteger los dientes muy dañados, se colocan coronas metálicas, asegurando que los dientes de leche cumplan su función hasta que sea hora de su recambio.
En situaciones donde no es posible salvar el diente, se procede a su extracción y se colocan mantenedores de espacio. Esto garantiza que el diente definitivo tenga suficiente lugar para erupcionar correctamente.
Ortofamily: expertos en cuidado dental para toda la familia
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